Un estudio de la ONG The Nature Conservancy evidencia diferencias notables de capturas registradas con EM frente a métodos manuales
Los sistemas de observación electrónica a bordo de buques pesqueros (también conocidos como Electronic Monitoring o EM, por sus siglas en inglés) son la fuente de datos más precisa y fiable para el desarrollo de prácticas de pesca selectivas y para el control del cumplimiento de las medidas de gestión por su capacidad de ser verificados.
Los sistemas de observación electrónica a bordo de buques pesqueros (también conocidos como Electronic Monitoring o EM, por sus siglas en inglés) son la fuente de datos más precisa y fiable para el desarrollo de prácticas de pesca selectivas y para el control del cumplimiento de las medidas de gestión por su capacidad de ser verificados. Esta es la principal conclusión del estudio Electronic monitoring for improved accountability in western Pacific tuna longline fisheries, coordinado por la organización ambientalista The Nature Conservancy, que muestra las diferencias notables entre los registros de capturas y especies accesorias obtenidos con sistemas de EM frente a las registradas en los cuadernos de pesca tradicionales.
La investigación se ha llevado a cabo en 15 buques dedicados a la pesca de atún tropical con palangre en el Pacífico Occidental y equipados con el sistema de observación electrónica de la ingeniería española Satlink, denominado SeaTube. En concreto, los investigadores han analizado los datos recogidos por esta solución en un total de 98 viajes en las EEZs (Zonas Económicas Exclusivas, por sus siglas en inglés) de Palau, Micronesia y las Islas Marshall.
Según el estudio, la mayor diferencia entre ambos sistemas de registro se produjo en el caso del rabil (Yellowfin o Thunnus albacares) capturado en aguas de Palau, cuya estimación de capturas calculadas a partir del EM es hasta 1,3 (30%) veces superiores a las registradas en los cuadernos de pesca. Asimismo, también en Palau, las estimaciones de las capturas incidentales de tiburones calculadas a partir de EM fueron casi ocho veces mayores que las obtenidas a partir de los diarios de pesca. Además, según el estudio, el sistema EM identifica una mayor variedad de especies en cada lance, concretamente, entre ocho y diez, frente a las mostradas por los cuadernos de pesca, aproximadamente entre cinco y ocho.
En este sentido, los autores señalan que la generalización del uso de estos sistemas por parte de los gobiernos y las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) mejoraría la precisión de los reportes de capturas y permitiría disponer de datos más fiables para las evaluaciones científicas sobre las que fundamentar medidas más precisas de gestión sostenible de los recursos.
Los autores inciden, además, en el valor de estos sistemas para mejorar la gestión de pesquerías que, como la palangrera del Pacífico, tienen una baja cobertura de observadores humanos, con un índice mínimo del 5% recomendado por la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central (WCPFC, por sus siglas en inglés) y la posibilidad de incrementar dicho índice hasta el 20% propuesto por organizaciones científicas.